Cuando llega la primavera, se puede disfrutar en Montreal de un proyecto que aúna música, cooperación y juego, todo en medio de un entorno urbano. El proyecto se basa en la instalación de un instrumento gigante que sólo se pone en funcionamiento con la cooperación de todos los viandantes que estén dispuestos a jugar con él. El original instrumento, está formado por 21 columpios a disposición de cualquiera que se anime a subirse a ellos. Cada columpio, con sus oscilaciones, produce un sonido. Todos juntos, una peculiar obra musical que se hace más rica armónicamente, cuantas más personas se hallen, en ese momento, columpiándose.
Además del sonido y de la diversión, se obtiene un resultado muy satisfactorio emocionalmente hablando. El proyecto estimula la apropiación del espacio público, que reúne a personas de todas las edades y orígenes, y crea un lugar para jugar y pasar el rato en el medio del centro de la ciudad.Una versión itinerante del proyecto se está poniendo en marcha actualmente para ser difundir en todo el mundo. Quizás podamos verla pronto en nuestras ciudades.
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